El síndrome del impostor: ¿Quién soy yo para emprender? ¡Eres la persona perfecta!
SUPERACIÓN DE BARRERAS PARA EMPRENDER


¿Alguna vez te has sentido como si estuvieras jugando a ser un emprendedor o un profesional exitoso, y de repente un pensamiento aterrador te asalta: “¿Quién soy yo para hacer esto?” Pues, bienvenido al club del síndrome del impostor, un club al que la mayoría de los emprendedores, incluso los más exitosos, han pertenecido alguna vez.
El síndrome del impostor es esa vocecita interna que te dice que no mereces lo que has logrado, que estás engañando a los demás o que en cualquier momento descubrirán que en realidad no sabes lo que estás haciendo. Sí, esa vocecita que se activa en el momento menos esperado, como cuando has dado un gran paso en tu negocio, pero de alguna forma, no puedes dejar de pensar: “¡No soy lo suficientemente bueno!”. Incluso, puede surgir cuando estamos iniciando un emprendimiento. El miedo al fracaso y la falta de confianza en uno mismo son comunes.
Pero no te preocupes, no estás sola/o en esto. Según un estudio de la Universidad de Claremont, hasta un 70% de las personas experimentan este síndrome al menos una vez en sus vidas. ¡Lo que significa que si alguna vez te has sentido como un fraude, no eres alguien raro! Y la mejor parte es que no tienes que quedarte atrapada/o en ese sentimiento. Hoy, vamos a hablar sobre qué es, por qué aparece y cómo puedes empezar a gestionarlo para que tu emprendimiento despegue con confianza.
El síndrome del impostor es básicamente cuando no sientes que mereces el éxito que has alcanzado, o bien, cuando sientes que no serás capaz de emprender o de tener éxito, y piensas que es solo cuestión de tiempo antes de que “descubran” que en realidad no eres tan competente y bueno como todos creen. La verdad es que el síndrome del impostor se basa en pensamientos irracionales y negativos. Tienes la sensación de que no sabes suficiente, de que no eres lo suficientemente experto o que te comparas constantemente con los demás.
A menudo, el síndrome del impostor está relacionado con el miedo al fracaso, lo que genera ansiedad y autosabotaje. Pero es importante saber que esos pensamientos no son más que inseguridades que venimos cargando. Todos los emprendedores, desde los novatos hasta los que ya están en la cima, se enfrentan a esta sensación en algún momento. ¡No eres un fraude, solo eres humano!
Las razones detrás de este síndrome son variadas:
Perfeccionismo: Si te exiges demasiado, puede parecerte que nunca vas a estar listo/a o suficientemente capacitado/a para emprender.
Comparación constante: En la era de las redes sociales, la tentación de compararte con los demás está a la vuelta de cada clic. Esto puede generar una sensación de insuficiencia, como si no estuvieras a la altura de otros emprendedores.
Falta de validación externa: Si sientes que aún no has obtenido suficiente validación de los demás, puedes pensar que no eres suficientemente buena/o o que no mereces lo que has logrado.
Como te comentaba, el síndrome del impostor no es exclusivo de quienes ya han comenzado su emprendimiento, sino que puede surgir incluso antes de tomar acción. Durante la etapa de preparación, donde estás recopilando ideas, te sientes emocionada y planeando lo que será tu negocio, la inseguridad puede ser más fuerte. Los pensamientos del tipo “¿quién soy yo para emprender?” o “no tengo la experiencia suficiente” son comunes en este punto.
No te preocupes, ¡todo tiene solución! Aquí te dejo algunas herramientas útiles y accionables para superar el síndrome del impostor y empezar tu emprendimiento con la confianza que necesitas.
Primero, es esencial reconocer lo que ya has logrado. Es probable que si estás leyendo esto, ya tengas alguna experiencia o conocimiento valioso que puedas aplicar a tu emprendimiento. Tómate un momento para escribir todos esos logros, por pequeños que sean. Este ejercicio de auto-reflexión te ayudará a ver que, ¡claro que tienes las cualidades necesarias para emprender!
Consejo práctico: Haz una lista de tus logros hasta la fecha. No solo en tu vida profesional, sino en cualquier área que haya requerido esfuerzo y dedicación. Esto te dará un recordatorio de tus capacidades y habilidades.
Uno de los mayores obstáculos del síndrome del impostor es la sensación de que nunca vas a estar lista/o. Sin embargo, al establecer metas claras y alcanzables, podrás ver tu progreso paso a paso. Empezar con metas pequeñas y medibles te permitirá sentirte más en control.
Consejo práctico: Define tres metas principales para tu emprendimiento, y divídelas en tareas más pequeñas. Cada vez que cumplas una, tómate un momento para celebrarlo.
Los decretos positivos son una herramienta poderosa para cambiar tu mentalidad. Si te encuentras diciendo “No soy suficiente” o “No sé lo suficiente”, reemplaza esos pensamientos por afirmaciones como: “Estoy aprendiendo y mejorando cada día” o “Estoy lista/o para emprender con confianza”.
Consejo práctico: Cada mañana, dedica unos minutos para decirte a ti mismo/a algo positivo sobre tu emprendimiento. Por ejemplo, “Estoy construyendo mi negocio con éxito” o “Tengo lo que se necesita para hacer esto”.
El miedo nunca desaparece por completo, pero la acción es el mejor remedio. La clave es no dejar que el miedo te paralice. La acción te ayudará a ganar confianza, incluso cuando no tienes todo resuelto. A medida que avances, te darás cuenta de que aprenderás más de lo que esperabas.
Consejo práctico: Si tienes miedo a dar el primer paso, hazlo de todos modos. Empieza con una pequeña acción, como escribir una lista de ideas para tu negocio o investigar algo relacionado con tu emprendimiento. Cada pequeño paso te acerca más a tu objetivo.
Hablar con alguien que ya haya pasado por lo mismo puede ser una gran ayuda. Los expertos en estrategia y planeación empresarial pueden ofrecerte la orientación necesaria para evitar errores comunes. Con el acompañamiento adecuado, puedes tomar decisiones más informadas y construir un camino claro hacia el éxito. Un mentor o grupo de apoyo también te ayudará a ver lo que estás haciendo bien, incluso cuando tú no lo ves.
Consejo práctico: Si no sabes por dónde empezar, busca a alguien con experiencia que te brinde un enfoque claro para tu negocio. No estás sola/o en este camino, y siempre puedes contar con el respaldo de expertos para guiarte en el proceso, sobretodo en la planeación y la estrategia para lograr el éxito.
Recuerda, el primer paso es el que más miedo da, pero también es el más importante. Todos los grandes emprendedores que ves ahora fueron alguna vez novatos, con dudas y miedos. La diferencia es que decidieron dar el primer paso. ¡Y tú también puedes hacerlo! No dejes que el síndrome del impostor te detenga. Si no tienes todo claro, si sientes que no sabes lo suficiente, ¡no pasa nada! Lo importante es empezar.
“El miedo es un sentimiento normal, pero no dejarlo que te paralice es lo que te convierte en un verdadero líder.” – Anónimo
Así que, no tengas miedo de ser imperfecta/. Las cosas no tienen que ser perfectas desde el inicio. Lo importante es que sigas adelante con tu plan, estrategia, con tu visión y con la confianza de que, con cada paso, estarás más cerca de lo que sueñas. ¡Sigue adelante, no dejes que el miedo te detenga!